
Hoy en día gran parte de la mayoría de datos se almacena de manera remota en lo que llamamos «la nube«.
Esta «nube» se trata de una red de servidores de almacenamiento prácticamente ilimitada situados en la propia red de internet. Le permite al usuario almacenar, procesar, intercambiar, administrar… todo tipo de datos, servidores o software sin necesidad de interactuar con ellos de manera física o presencial en el lugar donde estos se encuentren.
La gran ventaja de utilizar la nube es el propio almacenamiento, ya que puedes tener una gran cantidad de datos sin ocupar espacio en tu propio dispositivo, agilizando así la carga. Otra gran ventaja es la posibilidad de trabajar varios usuarios o personas en el mismo archivo o fichero de manera simultánea.
También, permite tener varios dispositivos distintos enlazados entre sí y poder acceder a los datos de uno desde el otro, así como interactuar con ellos y/o modificarlos, descargarlos, enviarlos…
Toda ventaja tiene su desventaja, y la suya es la necesidad de establecer previamente una conexión a internet para poder realizar cambios en los datos y actualizarlos.


Una copia de seguridad en la nube permite resguardar los datos en este almacenamiento ilimitado para que, en caso de accidente o pérdida de los datos de la máquina física o local, tener la posibilidad de recuperarlos, o al menos, gran parte de ellos.
Lo único que se necesita es tener en el dispositivo local una cuenta asociada a esta «nube» para poder acceder a ella de forma segura.
Además, se puede configurar para que se realicen estas copias de seguridad de forma manual o automatizada cada X tiempo, determinado por el usuario/administrados. Lo que permite tener la certeza de que cada X tiempo tus datos se van a actualizar a su versión más moderna y completa.
